Luis Martinez Cervantes (1923–2005) fue un escultor, pintor y muralista de vanguardia. Sus padres se conocieron en Santa Barbara, lugar donde se había criado su madre. Su padre había emigrado allí desde Michoacán, tras huir de la Revolución mexicana. Cervantes nació en Santa Barbara en 1923 y fue el mayor de seis hermanos. La familia se mudó al Área de la Bahía en busca de mejores condiciones laborales a finales de la década de 1920. En un principio, la familia se dedicó a recolectar fruta en San José. Con el tiempo, el padre de Cervantes encontró trabajo en una fundición de cobre en el sur de San Francisco. Aunque la labor era extenuante, proporcionó cierta estabilidad a la familia y, más adelante, influenciaría la inclinación de Cervantes por la escultura. En 1936, su padre falleció y su madre regresó a Santa Barbara, donde Cervantes asistió a la escuela media y secundaria. Tras graduarse, el artista se mudó al Área de la Bahía para encontrar trabajo sindicalizado. Trabajó en los astilleros de Oakland durante un año, hasta que fue reclutado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos en 1942. Pasó la mayor parte de su servicio militar en Europa, donde participó en el desembarco y la batalla de Normandía. Tras licenciarse en 1945, regresó a San Francisco, donde trabajó como fabricante de colchones a medida para McRoskey Airflex Mattress Co. (hasta retirarse en 1992) y, más tarde, se casó con Rosa “Rosie” Castro de Santa Barbara. Tuvieron dos hijos, Stephen y Lorna Dee (la poeta), pero tras algunos años juntos, el matrimonio se disolvió. Durante los primeros años de crianza de sus hijos, Cervantes retomó su amor por el dibujo. Se inscribió en clases de arte en el San Francisco State College (ca. 1952), donde conoció a su mentor, Seymour Locks. Estudió escultura en arcilla y, más tarde, también cerámica en el College of Marin (1957–59), mientras poco a poco se fue acercando a la comunidad de artes experimentales del San Francisco Art Institute (1960–62). Junto a Ernie Palomino y Ron Davis, abrió una galería en el barrio de la Mission donde expuso obras de estudiantes. Aquella experiencia impulsó a Cervantes, Palomino y Joe White a establecer la New Mission Gallery en 1962, un espacio de vanguardia donde se presentó la obra de Manuel Neri, Joan Brown y Wally Hedrick, entre otros. Cuando Palomino y White abandonaron la empresa, Susan Kelk prestó su apoyo. Cervantes había conocido a Kelk en el Art Institute y, tras un breve periodo, nació entre ambos un romance que duraría el resto de su vida. La pareja tuvo tres hijos: Luz de Verano, Suaro y Monte. Si bien Cervantes participó brevemente en los inicios de la Galería de la Raza y siempre se identificó como mexicano-estadounidense, no es menos cierto que se alejó del énfasis que la siguiente generación puso en el concepto de “la raza” y en el arte chicano. Se sentía orgulloso de su legado cultural, que le servía de inspiración; sin embargo, también se sentía libre de él y estaba decidido a expresar su propia visión. Buscaba expresar verdades universales y despertar la conciencia. Se dedicó a la abstracción, los mandalas y el lado espiritual del arte, y enseñó arte en varias instituciones del Área de la Bahía. Presentó su obra en varios museos de importancia, aunque no se interesó demasiado por la autopromoción. En 1977, Cervantes y Kelk Cervantes cofundaron Precita Eyes Muralists, una organización sin fines de lucro dedicada a la creación colaborativa de murales que sería, en última instancia, responsable de cientos de murales pintados en el Área de la Bahía. Cervantes colaboró en muchos murales con Kelk Cervantes, entre ellos Family Life and the Spirit of Mankind (1977), The Cross of Quetzalcoatl (1981), Si Se Puede (1995), los tres murales colaborativos de Rusia —creados en 1990, 1996 y 2003— y muchos más. A lo largo de su formación, sus años como profesor y su producción artística, Cervantes trascendió los límites sociales y ayudó a romper barreras, beneficiando así a muchos artistas futuros.
Cary Cordova
